Cuento de Navidad

Era una tarde de invierno en Puente Tocinos, el día antes de Nochebuena. Juani, tecleaba sus últimas líneas de código con una sonrisa en la boca. Desde su ventana, se podía ver como caía la nieve, ignorante de lo que dentro de esa habitación estaba a punto de descubrirse.
Juani cerró la última llave y puso el último punto y coma. Había creado el mejor sistema operativo de todos los tiempos. Con el Nero se hizo una copia en tres disquetes reutilizados, se notaba la pegatina medio arrancada. Los ató con una goma elástica y, ni corto ni perezoso, le puso un postit© rosa y escribió un nombre que nunca olvidaría. Había nacido "Windows Juani". El logotipo era un balcón(una puerta en la versión beta).
El Juani estaba que no cabía en sí de gozo, había estado tirando líneas de código toda la tarde y tenía en sus manos el invento del siglo. Pero él, tenía un buen destino para aquel producto tan sofisticado: quería donarlo a pueblos subdesarrollados como Zeneta, El Puntal, La Garapacha... Se disponía a llevarlos a la sede de la ONU, ubicada detrás del centro de salud de Puente Tocinos y emprendió su camino.
La gente le saludaba muy simpática por la calle: "Hola Juani, ¿y el código? jajajaja" o "Juani, ¿como va la cosa del Internet y to eso?". Los gritos de la muchedumbre se fueron acallando conforme nuestro amigo que no dejaba de sonreir con la cabecica así metía en el abrigo, se adentraba en la parte peor de "La Cuna del Belén".
De repente, una música así de susto, hizo entrever a Juani que la cosa se ponía fea. Justo, en ese momento fué abordado por un extraño hombre con gabardina que dijo: "Mira Juani, un burro volando".
La inocencia de este zagal tan querido en su pueblo y en los chats le jugó una mala pasada. Nuestro pobre amigo se despistó, momento que el extraño aprovechó para hacerse con el prodigio informático que esos disquetes de 3'5 había almacenado y salió cortando por la calle del Podium. El pobre Juani se quedó pasmaíco, inmóvil, embobao mirando aquel desaprensivo correr calle abajo.
Me acuerdo como si fuera ayer. Los discos que llevaban aquel post-it rosa en el que ponía "Windows Juani 1, 2 y 3" no serían recuperados nunca, ni siquiera con un disquete de arranque.
Bueno pues, al día siguiente ya estaba a la venta el Windows Vista. Aquel extraño era el Bill Gates y, al parecer, le había quitao los post-it a los disquetes, le había cambiao el nombre y lo había puesto a la venta pa forrarse. El logo no era un balcón si no una ventana, que casualidad, mira el pájaro como supo eliminar las pistas.
El tema es que aún hoy podemos dejarnos caer por el centro de salud o por el Instituto Aljada y veremos a un pobre hombre desaliñao, greñas, escuálido con un cartón de vino Casón Histérico. Sigue mirando pa la calle por la que huyeron sus sueños en 3 disquetes con post-it rosa, un balcón dibujao y un tío con gabardina sin ná debajo.
Esta historia navideña es una versión de un relato publicado en esta misma página y que fue censurada por uno de los muñecos del Messenger, el verde más concretamente, durante mucho tiempo. Me emocioné al descubrirla y aún hoy lloro al recordarla. Tiene una bonita moraleja que ya habrás adivinado. ¿Bonica verdad? Un abrazo para todos mis fans con balcón o terraza con forjao.